Escrito por Estética Nefertiti 09-08-2016
No todo vale para conseguir el tan deseado bronceado: en verano, son muchas las horas que pasamos bajo el sol. Ya sea en la playa, en la piscina o de terrazas, ¡toma nota de nuestros consejos para evitar quemaduras solares y que tu piel esté protegida! ¡Tu piel te lo agradecerá!
1. Elige un factor de protección (SPF) adecuado para ti. ¡No te dejes llevar por las ganas de ponerte más morena! Es importante que, por ejemplo, no compres un protector solar con un SPF20 si tu piel es clara y tienes tendencia a quemarte. Para elegirlo, debes tener en cuenta tu fototipo, cómo reacciona tu piel frente al sol (si se quema o no, si se broncea con facilidad…), el tipo de exposición que vas a realizar (intensa, moderada…) o si existe una situación especial (administración de medicamentos, embarazo, etc.) que pueda modificar la reacción de tu piel al sol. Es decir: no uses el mismo solar que tu amiga compañera de toalla o que tu hermana, porque cada una debe elegirlo en función de todos estos factores.
2. Fíjate en que el sistema filtrante del protector solar sea de amplio espectro y equilibrado, protegiendo de igual forma en UVB y UVA. Recuerda que en el envase junto al número grande que corresponde al SPF (correspondiente a la protección UVB), si es equilibrado aparecerá un símbolo UVA rodeado en un círculo que indica que nos protege en el mismo rango frente al UVA.
3. Aplica el protector solar de forma abundante. La eterna duda es cuánta cantidad de crema tenemos que aplicar, ya que si aplicamos poca cantidad, el índice de protección solar SPF se reduce. La recomendación experta es unos 7 gramos para el rostro y unos 35 gramos para el cuerpo. ¿Más fácil? Aplica 2 capas: una en casa y otra cuando llegues al lugar donde vayas a tomar el sol. Importante: reaplica el solar cada 2 horas y siempre después de cada baño, incluso si no han pasado las 2 horas antes mencionadas. Eso sí: ya hay protectores solares que son eficaces incluso sobre la piel mojada y resistentes al agua.
4. Hidrata tu cuerpo y tu piel. De la misma forma que debes beber mucho agua, tu piel también necesita hidratación. Debido a la exposición solar y las altas temperaturas, la piel suele tener una mayor tendencia a la transpiración y a la pérdida insensible de agua, lo que produce deshidratación. Por ello, es conveniente reforzar la hidratación durante esta época. Puedes hacerlo, por ejemplo, incorporando un sérum hidratante dentro del ritual de tratamiento diario y en el caso de exposición solar intensa, antes del fotoprotector. También puedes utilizar un contorno de ojos hidratante ya que es una de las zonas del rostro que presenta una mayor tendencia a la deshidratación.
5. No te olvides del aftersun: aunque te dé pereza, es fundamental para que la piel recupere la hidratación, suavidad y flexibilidad. Conseguirás calmar la piel y si además incluye activos antioxidantes, ayudarás a tu piel a repararse.
6. Fortalece tu piel con un buen tratamiento facial en un Centro de Estética especializado en ello. En el Centro de Bioestética NEFERTITI, personalizan los tratamientos faciales, tratando cada piel como se merece y necesita. Lo ideal es realizar este tratamiento antes, durante y después el verano.